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Viaje por el norte de Portugal. Parte 4

22.10.23 Oporto

Y llegamos a Oporto!!!!! Casi a la hora de comer, aparcamos en un sitio que salía en la app de furgoperfecto, realmente no es un parking para autocaravanas pero hemos podido aparcar, estamos al lado del estadio Dragão, los fines de semana el aparcamiento es free, así que a partir de mañana toca pagar, con 1,20€ tenemos 2h a partir de las 9h con lo que nos da tiempo a movernos después de desayunar e ir a otro parking que hemos visto.

Comimos algo en la autocaravana y luego salimos a dar una vuelta por el centro, ya no me acordaba apenas de la última vez que vine, fue para hacer el camino de Santiago, pero vamos… muy fugaz y la visita anterior ya…. cuando cristo perdió la chancla.

Nos dimos un buen paseo, fuimos directo hacia el puente y vimos los barquitos y las vistas típicas de Oporto, sus calles con cuestarrones, empedradas, tan chulas, con músicos callejeros en varios sitios, le daban un encanto especial será por eso que me gusta mucho esta ciudad.

Cruzamos el puente Luis I y desde el otro lado nos tomamos un ☕️ y un 🍷 ya sería pecado venir y no tomarse por lo menos una copa de vino, estuvimos en Teophilu’s, con su terracita con vistas al río escuchando música en directo, estuvimos un buen rato ahí tranquilos mirando a la gente, los barcos, ese coche que pasaba como 10 veces por delante nuestra con música de los 80 🤣

Vino blanco Planalto Reserva

Seguimos dando el paseo y pasamos por delante de la Casa Portuguesa do pastel de bacalhau, desde fuera parecía una tienda de juguetes, como nos llamó la atención entramos pero es que a parte de muñecos gigantes habían mil millones de latas de conservas antiguas, era una pasada, daban ganas de comprarse todas jajaja, era muy bonito de ver.

Despues de ver esta tienda de «juguetes» pasamos por el mercado a echarle un vistazo, tenía varios puestecitos, no estaba mal, quizás mañana volvamos y nos tomamos algo, continuamos el paseo de regreso subiendo a un mirador que hay donde está el monasterio, ya se nos hizo de noche y las vistas eran espectaculares, ya ir por el puente me daba un poco de…. vértigo ajeno, me estaba poniendo mala cada vez que veía a alguien asomarse por el borde, el puente mide 62mts de alto…

Ya al bajar del puente seguimos dando otro paseo pero ya nos estaba entrando hambre así que miré en mi superguia y busqué recomendaciones, pero al final nos guiamos por intuición y acertamos porque cenamos muy bien, el restaurante se llama Muro do Bacalhau, también con vistas al puente, recomendadísimo!!! Y ya nos fuimos al metro dirección casita rodante.

Por cierto el metro… es por persona, se compra una tarjeta recargable de 5€ y luego va por zonas, nosotros cogimos la zona 2 que cubre el centro y dura 24h, pero se recarga después con lo que uno quiera, así que me la guardo para el próximo viaje. Ah! No podía faltar una foto delante del estadio de Dragão jejeje.

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