Ponferrada- Las Médulas 26km
Hoy no sonó la alarma ya que no pude dormir apenas, he dado muchas vueltas creyendo que me había picado un bicho y resulta que no me picó nada, menuda nochecita con los ojos como platos, en fin, mi compi tampoco podía seguir durmiendo así que a las 5:30 ya nos pusimos en pie a recoger las cosas y a desayunar, moría de sueño…

Salimos del albergue y aquí os hago una recomendación para los que empiecen de noche, fijaros bien en las flechas, al salir del albergue de San Nicolás de Flüe hay que deshacer camino, cruzar el puente romano y al final está el mojón con la flecha que pone camino de invierno, hay que ir al lado del río, no hay que ir a la derecha, que hay otra señal, porque ese lleva hacia el Castillo y es el camino Francés, tuvimos una metedura de pata con margen de error de 15 minutos así que no fue mucho jajaja.




De noche es más difícil ver las señales, a todos nos ha pasado y si encima estás medio dormido como nosotros, peor jajaja.
Tranquilamente seguimos caminando disfrutando del silencio por unos momentos hasta que los gallos hicieron acto de presencia y después algún que otro perro.

Como tocaba etapa de subida, con calma, con la rodillera puesta y sin forzar los músculos empezamos a subir, pasamos por el pueblo de las 3 mentiras.

Más adelante en otro pueblo nos encontramos con una señora que estaba cociendo algo en la puerta de su casa, según nos acercábamos creíamos que era pulpo, pero no, ya al estar con ella nos dijo que estaba cociendo tomates para luego echarles el sofrito, madre mía como olía eso de rico, ya daba hambre, aunque era todavía muy pronto para un segundo desayuno.

Ya más adelante, llegando a Villavieja vimos un cartel que te indica el albergue hacia la izquierda subiendo una cuesta y otras 3 flechas que te mandan recto, bueno nosotros como no íbamos al albergue tiramos recto, un poco más adelante había un chico que cortaba el césped y cuando nos vio pasar nos dijo que por ahí no era el camino, sino que había que ir hacia el albergue, le enseñamos las flechas que habíamos visto y nos dijo que el camino estaba mal indicado, que por ahí no era porque te manda a unas villas y daríamos mucho rodeo para llegar arriba, así que le hicimos caso, así que ya sabéis, para seguir el camino hay que ir dirección al albergue de Villavieja.


Y después de unas buenas subidas por fin llegamos al albergue a descansar un poco y tomar algo fresquito, los hospitaleros son muy agradables, nos estuvieron contando cosas del pueblo hasta que llegó un señor que fue profesor de historia y nos contó que antes el albergue fue un colegio.
Busqué en Google y encontré una foto, voy a poner el antes y el después.

Nos recibió Tobias, el perro del hospitalero, me encantan los perros y más si son tan juguetones como éste, parecía un peluche.

Después de un descanso y charla, el hospitalero nos acompañó a retomar el camino, desde donde nos dejó hay exactos 500 pasos para llegar a un llano (los contamos jajja) y desde ahí se va al Castillo de Cornatel, entre esos 500 pasos hay árboles de castaño centenarios muy chulos.

Por fin llegamos al Castillo, desde la explanada hay unas vistas muy bonitas, no llegamos a entrar al castillo, se hacía tarde y hacía demasiado calor, y aún tocaba carretera hasta las Médulas.

Pasamos antes por Borrenes donde hicimos una parada para tomar algo y ya de paso esperar al panadero, el señor del bar creo que por darnos ánimos nos dijo que faltaban 300m de subida para llega a las Médulas… realmente faltaron como 4km por lo menos, todo lo que quedaba era asfalto y penuria porque no hay fuentes, se me acababa el agua, el sol me estaba quitando la vida y la carretera suelta mucho calor y no corría nada de aire.

Vimos las Médulas desde la carretera, sinceramente ya no tenía muchas ganas de desviarme para ir al mirador, sólo quería llegar al hostal y morirme jajaja, no fuimos al albergue porque lo cerraron por covid así que fuimos a Agoga, se come muy bien y dormí como un muerto, descansamos muy bien, lo recomiendo.


